esos aliados negros
se tornan enemigos si vacilo,
afilan sus negras uñas
mientras a su lado camino;
esperando el momento acechan
con estentóreo sigilo
para desgarrar la esperanza
y ensangrentar mi destino.
si confundo el sueño y la vigilia,
si llega el instante de mi duda,
descoserán mis rojas hebras
con sus tijeras de humo negro;
con sus tenazas de negra niebla
van a separar mis nexos,
y sorberán con sus sucias trompas
mis fluidos más internos.
ahora marchan a mi lado,
embaucando a mi destino
son fieles oscuros aliados,
pero también son mi enemigo.
los oídos me regalan
con un dulce y mortal himno,
con un susurro me adulan
mientras clavan su cuchillo.
esos negros aliados
con sus astrales zarpas
impacientes, preparadas,
para en mis ojos clavarlas;
me acompañan sin permiso
y yo no les digo nada
no vaya a ser que devoren
para siempre mi garganta,
que despedacen mi cuerpo
y mi alma a dentelladas,
que me devuelvan al pozo
de la conciencia disipada.
fELICIDADES COMPAÑERO, ME GUSTA TU POESÍA, QUE NO DECAIGA, SIGUE ADELANTE, UN ABRAZO.
ResponderEliminarGracias Carlos. Un abrazo
ResponderEliminarme gusta ¿de que va?
ResponderEliminary yo qué sé Mmmonettt? es sólo retórica, creo.
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