son tus cuarenta y nueve reproches insolentes;
siete clavos negros de ponzoñas impregnados,
admoniciones que retan con siete filas de dientes;
pero esta noche los girasoles se levantan
para enfrentar la negrura, para asumir su destino;
morderán las polillas el forro de tu alma
y tus palabras malditas ya se habrán desvanecido.
esta noche correrán ríos de madreselvas
alumbrados en las cuencas de mis ojos,
arrasarán a su paso tus reservas,
anegarán con su fuerza tus enojos
y morirán en tus pechos y en tus piernas.
voy a matar esta noche siete bestias
con el fino puñal de mi alborozo.
sinceramente, con todo el peligro que ello conlleva, la primera me ha dejado indiferente (pues a veces la poesía es como el arte. ha de estar uno en la piel del creador para valorar su implaciencia . pero cierto es, querido amigo y colega, que lleno de subyugacion me he quedado al leer estas letras tuyas de los 7 candelabros; pues si bien la creación es lo que he dicho antes, para el arte y para quedarse emocionado con algo profundo y largo no hace falta, mas que estar en la piel de uno mismo. y emocionarse. que cosa mas buena de cojones, te felicito
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